Si quieres hacerle un buen regalo a tu hijo este verano, te recomiendo las 5 aes que David Richo (prestigioso psicólogo y experto en mindfulness) contempla como las 5 cualidades que todos buscamos en nuestras relaciones con la gente que nos importa.  Esas 5 aes son, según el propio Richo, regalos que de manera inconsciente nuestros hijos buscan que les demos. Las vacaciones son un buen momento para pararnos y poner un poco de conciencia en qué podemos hacer por nuestros hijos que de verdad se traduzca en un regalo para toda su vida.

La primera A, es Afecto, Amor, es la A  que sustenta a las demás, sin amor es imposible que haya nada más. Pero no vale sólo con amar a alguien. Nuestros hijos necesitan otras cosas, una de ellas es nuestra atención.

Atención; esta es la segunda A: Aprovecha estas vacaciones para jugar mucho con tus hijos, para pasar tiempo con ellos, que sientan que disfrutas con su presencia. Que sean momentos de atención plena. Olvídate del móvil por un rato, haz que se sientan únicos.

La tercera A: Aceptación. Tu hijo, tenga la edad que tenga, necesita sentirse aceptado tal y como es. No intentes cambiarle, manipularle o moldearle a tu gusto. Respeta su manera única y especial de ser.

Y un paso más allá de la aceptación nos encontramos con el Aprecio, la cuarta A. Apreciar es que te gusta cómo es tu hijo, que lo valoras por cómo es y que no lo cambiarías por nada del mundo.

La quinta A, es la Autorización o permiso. ¿Cómo le hago este regalo a mi hijo? permitiéndole su espacio para que te cuente sus cosas, para que se exprese. No quites importancia a sus sentimientos. Efectivamente hay cosas que a nosotros como adultos nos parecen bobadas, pero para ellos es su mundo. Dales autorización para expresarse, para ser ellos mismos, déjales un poco de libertad, no seas demasiado controlador.

David Richo dice que si nuestros padres no nos dan estas 5 aes en nuestra infancia estamos condenados a buscarlas en nuestras relaciones de adultos y por tanto a sufrir por ello porque no siempre nos las van a dar. Si de pequeños sentimos que no nos escuchan, que nos ignoran, de adultos buscaremos atención en nuestras relaciones. Si de pequeños no te sentías querido por cómo eras o pensabas que tenías que ser como tus padres querían que fueras, en tus relaciones de adulto buscarás ser aceptado y podrás ir en contra de tus propios intereses con tal de sentir que te aceptan. Si de pequeño no se mostraban cariñosos contigo, de adulto buscarás sentirte amado. Si te criticaban demasiado, de adulto generarás la necesidad de que te aprecien por todo lo que haces. Y si eran demasiado controladores contigo o exigentes contigo cuando eras niño, de adulto buscarás relaciones que te permitan respirar.

Si regalamos estas 5 aes a nuestros hijos les estamos ayudando a construir una autoestima alta, porque al recibirlas de sus padres, automáticamente aprenden a dárselas a sí mismos de adultos. No se me ocurre ningún ejemplo de persona que se quiere a sí misma, se acepta, se presta atención, se aprecia y se permite ser quien quiere ser y que tenga una autoestima baja. Así que si quieres ayudar a tu hijo a que tenga una autoestima alta acuérdate de las 5 aes…o por lo menos de alguna de ellas.

 

Aldara Martitegui